Los astrónomos buscan fuentes de rayos X en el Universo a más de sesenta años, y se puede ver en estrellas, nubes de gas, eventos destructivos ... y todo quedó un poco más fácil después de la implantación de telescopios espaciales dedicados a observaciones Como ésta, como es el ejemplo del Observatorio Chandra.
Desde su lanzamiento, el 23 de julio de 1999, Chandra ha sido el instrumento principal de la NASA en materia de rayos X. Pero el 30 de marzo de 2017, Chandra logró llamar aún más la atención de los astrónomos.
Utilizando su conjunto de instrumentos avanzados, el observatorio capturó un brillo misterioso desde el espacio profundo. Este brillo vendría a ser la fuente de rayos X más distante ya observada, y además, algo completamente nuevo.
En la región del cielo conocida como Chandra Deep Field-South (CDF-S), esta fuente de emisión de rayos X parece haber venido de una pequeña galaxia ubicada a unos 10.700 millones de años luz de la Tierra. También tenía algunas propiedades notables, como el hecho de producir (en cuestión de segundos) más energía que todas las estrellas de una galaxia.
En 2014, un equipo de investigadores de la Universidad Penn State, de la PUC chilena, ya había detectado a dicha fuente, pero no a través de rayos X. Pero aún así, ella llamó la atención del equipo, pues durante una erupción se convirtió en cerca de 1.000 veces más brillante en cuestión de horas. A partir de ahí, los investigadores comenzaron a recoger datos usando el espectrómetro avanzado del Observatorio Chandra.
Después de haber sido detectada durante un brillo intenso, la fuente de rayos X quedó débil y desapareció, pero los astrónomos tuvieron tiempo suficiente para registrar informaciones con los telescopios espaciales Hubble y Spitzer. Ahora, miles de datos serán analizados para que se pueda determinar la ubicación exacta, pero ya es posible percibir que se trata de la fuente de rayos X más lejana jamás detectada hasta ahora. Por otro lado, no se sabe lo que habría causado inmenso brillo y emisión de energía.
La misteriosa fuente de rayos X podría ser el resultado de algún tipo de evento destructivo, o algo que los científicos nunca antes. Y lo más extraño es que tales explosiones de rayos X normalmente son seguidas por explosiones de rayos gamma, lo que parece estar faltando en ese caso.
Hasta el momento, se sugirieron tres posibles explicaciones para el extraño origen de este fenómeno: en la primera, la fuente de rayos X (llamada CDF-S) es de hecho el resultado de una estrella en colapso o en fusión, pero los chorros de rayos -gama resultante no están apuntados hacia la Tierra; En la segunda hipótesis, el mismo escenario es responsable de la fuente de rayos X, pero la explosión de rayos gamma está más allá de la pequeña galaxia; Y la tercera explicación posible sería que el evento habría sido causado por un agujero negro de tamaño medio durante la destrucción de una estrella enana blanca.
Durante los 17 años de funcionamiento del Observatorio Espacial Chandra, los astrónomos nunca habían visto algo parecido. Una fuente de rayos X como ésta jamás fue observada por cualquier otro observatorio, en ningún lugar del Universo. Además, este fenómeno ocurrió de forma más rápida y en una galaxia menor que otros eventos inexplicables observados anteriormente.
Tanto el Chandra y otros observatorios que operan en la radiografía, como el XMM-Newton de la ESA y el Swift Gamma-Ray Burst de la NASA, harán nuevas búsquedas para encontrar otros ejemplos de eventos parecidos. Nos queda torcer para que lo improbable suceda de nuevo.
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